Al transportista Nicolás Vieytes (30) lo mataron lejos de su casa, de noche y en un barrio periférico. Las horas iniciales de una investigación que por ahora no tiene demasiados avances.
El crimen de Nicolás Vieytes (30), un joven transportista que fue atacado a tiros dentro de su automóvil en el barrio La Herradura, está rodeado de varias incógnitas y la principal para iniciar el recorrido hacia el esclarecimiento es su presencia en un sitio de la ciudad tan distante de su vivienda.
A Vieytes lo balearon mientras manejaba su vehículo Volkswagen Gol color negro por la calle Sartora casi Rivadavia, en el barrio La Herradura que se erige en las afueras de Mar del Plata, donde la avenida Luro se transforma en la ruta 226. En un primer momento, cuando la policía acudió al lugar por el llamado de los vecinos, creyeron que tan solo estaban frente a un accidente de tránsito y que la sangre que se veía en la cabeza de Vieytes era a causa de algún corte. Lo que se desconocía entonces era que a Vieytes lo habían ejecutado de dos disparos, probablemente desde una motocicleta. Una vez que fue trasladado al HIGA se certificaron la heridas y el fiscal Leandro Arévalo y el personal de la comisaría decimosegunda se dirigieron al lugar en busca de testimonios y pruebas.
El análisis de la escena del crimen entregó como primera conclusión que el móvil del ataque no pudo haber sido un robo, en principio por la desproporción en la violencia y luego porque las cosas de valor que la víctima llevaba estaban dentro del auto. Había documentación e incluso el teléfono celular, que fue secuestrado.
Nicolas Vieytes.
Al identificar a la víctima se estableció que vivía en un punto muy distante de la ciudad y que no tenía demasiada explicación su presencia allí. La única opción era la de la compra de estupefacientes, conocedores quienes investigan el delito en la ciudad que algunos consumidores pueden cruzar Mar del Plata para comprar en “points” de la periferia cuando pierden a sus proveedores.
Sin embargo, una consulta con el entorno de la víctima puso en duda es otra hipótesis. “Nadie de su círculo más cercano confirmó que el hombre consumiera estupefacientes”, dijo una fuente consultada por LA CAPITAL. Por el contrario, lo definieron como un joven trabajador que tenía su propio camión de transporte y participaba del negocio familiar: una leñera en la zona del barrio Estrada.
Definir el por qué de la presencia de Vieytes en La Herradura es decisivo para hallar el móvil del ataque. Al mismo tiempo, el trabajo de los hombres de calle de la comisaría decimosegunda permitió reconstruir los minutos previos al choque, porque luego de recibir los impactos de bala y desvanecerse, Vieytes perdió el control del Gol e impactó con su lateral izquierdo contra un poste. Al parecer, y esta sería la única pista con cierta entidad, el autor de los disparos conducía una motocicleta y podría haber estado acompañado por otro hombre.
Por lo pronto, no hay más certezas. Las cámaras de seguridad podrán resolver algunas cuestiones relacionadas con la llegada de Vieytes al barrio y los horarios, pero no con el crimen propiamente dicho porque dentro de La Herradura no hay.